El origen del diseño del sofá Chester tiene diversas teorías. Lo que está claro es que fue el conde de Chesterfield, quien lo encargó a un prestigioso ebanista personalmente para poder colocarlo en los clubs sociales para caballeros de la época. Algunos documentos sitúan la historia en el S.XVIII y otros en el XIX.
Lo que sí está claro es que el Conde de Chesterfield le pidió al ebanista un sofá donde los caballeros pudieran sentarse cómodamente sin malas posturas. Como sabemos, el sofá Chester se caracteriza por varios elementos, entre ellos tener el respaldo y los posabrazos al mismo nivel. Eso permite tener la espalda recta y no adoptar malas posturas ni movimientos poco adecuados sin renunciar a la comodidad.
El ebanista, que según dicen se llamaba Adam, diseñó un sofá de cuero con botones, dando origen al capitoné. Fue el primer canapé totalmente tapizado, cosa muy original en la época. El sofá Chester ha pasado a ser un diseño clásico británico símbolo de lujo.
Muchos soñamos con un Chester, pero a veces el precio se nos puede salir del presupuesto, sobretodo si lo queremos de cuero como el original.
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