SPA, en términos ortodoxos, significa “salute per aqua” (salud mediante el agua) y son las siglas que en época del imperio romano presidian la entrada a cualquier centro termal o baños romanos. Estas siglas, que significan tan poco, han conseguido en tan sólo 10 años cambiar radicalmente los conceptos referentes a la estética, los masajes y la salud en general.
Efectivamente, hasta finales del siglo pasado, cuando Una mujer se daba cuenta que la celulitis le acolchaba los muslos iba al médico o a la esteticista y le solicitaba un tratamiento para eliminarla. Y el profesional, le efectuaba su tratamiento únicamente en el lugar solicitado y “olvidaba” que posiblemente su clienta tendría, además, retención de líquidos en las rodillas, flaccidez en el abdomen o en el pecho, la espalda contracturada y algún problema psicosomático (posiblemente estrés)…..Todo daba igual. Vivíamos en el mundo alopático: disimulábamos la celulitis y quedábamos satisfechos.
Durante la última década del siglo pasado, empiezó a aparecer en la publicidad de algunos hoteles de lujo la palabra SPA, siempre asociada a un concepto hasta ése momento desconocido, o al menos olvidado “bienestar”. Aquí ya no se habla de problemas concretos y molestos (arrugas, obesidad, flaccidez, etc.) por el contrario, se incide en conceptos como equilibrio, salud, felicidad, sensaciones, relajación…. Empezó a crearse muy rápidamente en la sociedad la necesidad de alcanzar el bienestar mediante “rituales” (que no tratamientos), la mayoría de ellos inspirados en la filosofía oriental. Así volvemos al antiquísimo concepto holístico, en el que vemos el cuerpo humano como un” todo” donde no es posible separar el cuerpo físico, del espiritual y la mente.
De éste principio holístico, que ya fue resumido por Aristóteles en su metafísica: “el todo es mayor que la suma de sus partes”, nace otro de los conceptos dormidos, el de la sinergia, que nos ayuda a potenciar los resultados de éstos rituales. Ahora después de un ritual holístico, quedamos totalmente reconfortados, equilibrados, habiendo vivido una agradable experiencia sensorial y con más ganas de vivir…y tan relajados que hasta se nos borran las arrugas del rostro.
Hoy en día, es tan fuerte la tendencia a lo holístico y al bienestar, que está presente en la mayoría de sectores en los que se mueve la estética. Ayer mismo, nos propusieron la distribución de un nuevo equipo de cavitación italiano en el que la frase subliminal de su publicidad es: Bella e la vita!
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